He recuperado estas imágenes de unos negativos en blanco y negro que había disparado en la Semana Santa de 1991. Solo recordaba haber positivado un par de ellas, pero 23 años después he positivado todas.
Claro que no he utilizado el proceso químico de la época, sino el actual proceso digital que, aunque no tiene nada de glamour comparado con el trabajo que hacia hace 20 años en el cuarto oscuro, sí que permite optimizar tiempos y sobretodo «adecuar» más las imágenes a lo que uno anda buscado, por ejemplo de las panorámicas que traigo, rebelado digital muy fácil comparado con las horas y horas que hubiesen supuesto en un revelado químico que nunca me hubiese quedado igual de bien.
Las fotos son del Cañón del Río Lobos, las dos primeras en el alto de la Galiana desde donde se obtienen una vistas impresionantes del Cañón (esas fotos las disparé en diapositiva que en aquellos años cargaba siempre con dos cámaras, una con carrete de blanco y negro y la otra con diapositiva color) y el resto de fotos son de la zona donde se encuentra la Ermita de San Juan de Otero, hoy en dedicada al culto de San Bartolomé o San Bartolo. Construida en el siglo XII o XIII, de origen templario y plagada de secretos y magia, puro esoterismo para quien quiera creer.
En estas fotografías todavía se pueden ver completos “los esqueletos” de los olmos (u olmas) centenarios que la dichosa grafiosis se llevó por delante.
Sin duda alguna esta parte del Cañón sigue siendo una de las mejores vistas que uno puede tener en toda Castilla y León.










